lunes, 27 de julio de 2009

UN TIPO REVUELVE EL PATIO

Hay un tipo por ahí al que a alguna lumbrera (a la vista del resultado) se le ocurrió darle un micrófono, y desde entonces el tipo antedicho no ha parado de proferir soflamas de perfecta sintaxis y caótico (a la vista del resultado, esta vez propio y ajeno) contenido, de disparar cual justiciero carpetovetónico contra todo aquel que (según un arbitrio propio algo menos que desquiciado) desarrolla su actividad, preferentemente política, en desacuerdo con unas mentirosas libertades que, parece ser, nadie (o sí, Esperanza Aguirre) representa en el circo político como debiera. El tipo se llama, como ustedes ya habrán adivinado, Federico Jiménez Losantos.

Hubo en tiempo en que yo, movido de mi natural curiosidad, escuchaba parcialmente (en los pausas publicitarias de otros programas, de camino al trabajo) las invectivas del locutor (que no periodista) contra toda res publica. La cosa, no crean, tenía su gracia. Como dijo, si no me equivoco, Jordi Évole, el tipo es un humorista de primera. Si no fuera porque lo que hace no es humor, y porque al tipo en cuestión lo siguen a pies juntillas centenares de miles de personas, y muchas más que no le oyen comparten algunas de sus tesis conspiranoicas (sobre el 11-M) o apocalípticas (sobre la muerte de ESPAÑA, que se dice así, todo en mayúscula). Cómo será este tipo del que escribo que hasta la ultraconservadora Conferencia Episcopal (i.e. Rouco Torquemada Varela) le "invitó" a abandonar la radio donde trabajaba, la Cadena Cope. Pero como el tipo (a la vista del resultado, de su despido ahora) tiene posibles, se ha montado su propia emisora. Con un par.

Los objetivos de sus infestos dardos verbales eran, otrora, los nacionalistas, los jueces (en realidad el sistema judicial, así, en bruto) y el PSOE. Sobre todo, desde su llegada al gobierno, el presidente Zapatero. De lo que el tipo ha dicho quedan sobradas muestras, basta darse un paseo por la red. Pero resulta que de un tiempo a esta parte tampoco los del PP lo hacen bien, se están ablandando, o eso debe pensar el tipo Losantos. Piqué, Arenas, Gallardón, el mismo Rajoy; todos ellos han sido censurados (es un eufemismo) en boca de nuestro protagonista. Pero lo de estos días ha sido muy gordo. No sé si lo recuerdan: Aguirre (presidenta Espe) ha criticado la actitud de Rajoy (Mariano ¡Presidente!) por ordenar la abstención en la votación del nuevo sistema de financiación autonómica. Según ella eso es poco, había que votar en contra, que desde arriba se están ablandando. Y Fraga (ése fue presidente y más porque era -es- facha de carnet), le afea a la sobrina de Gil de Biedma la conducta. En auxilio de Esperanza, el tipo Losantos ensarta una serie de comentarios que dejarían asombrado a lenguas viperinas clásicas como Quevedo o Valle. Desde viejo chocho (con más elegantes términos) a facha recalcitrante (esto creo que lo dijo más o menos así). Y es que cree Losantos que Fraga no está legitimado para hablar de democracia, por su pasado (digo yo que como él, por su presente). O sea, que es como el chiste de mi amigo argentino, donde un cojo insultaba a un rengo porque no sabía andar.

Por eso digo que el patio anda como anda, y viene Federico (antes yo hablaba de Federico y todo el mundo sabía que me refería a Lorca, ahora... ¡ay!) a revolverlo más. Lo mismo, lo mismito, que el difunto su agüelico.

Ah, y se me olvidaba. También se ha metido con Aznar. Aunque bien leído, en eso igual tiene algo de razón.

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