viernes, 26 de junio de 2009

MONOSABIO, 5

El pasado miércoles, mientras el mundo futbolero se echaba las manos a la cabeza (taparse los ojos también cuenta en esta expresión, porque ¿donde están los ojos, sino en la cabeza?) por la derrota de nuestra selección nacional ante la potentísima escuadra yanqui (hasta el fútbol nos quieren quitar; ¿es que no respetan nada?) en el estrafalario torneo de la Confecup, el balneario malagueño de los Baños del Carmen acogía la presentación del primer libro de Diego Medina Poveda, quinto de la nueva etapa de la Colección Monosabio, Urbana Babel. Si a algún incauto se le ocurre preguntarse por qué he tardado un día y medio en hacer referencia a ello en mi blog, le diré que por desgracia mis plusmarcas alcohólicas han mermado considerblemente; las abusivas ingestas que antaño permitían una continuada actividad (estado obviamente transitorio entre dos melopeas) hoy se revelan como estranguladoras tenazas que impiden el más mínimo razonamiento. Lo más parecido a un acto intelectual que pude llevar a cabo ayer fue echar unas risas con un vídeo de Muchachada Nui. Serán cosas de la edad.

Además de que sea mi hermano literario, existen razones de valor intrínseco par que les recomiende a todos la lectura del antedicho poemario. La escritura de Diego Medina se basa en un clasicismo actualizado por referentes culturales de la vanguardia literaria y cinematrográfica. En todos sus poemas se adivina un rastro inconfundible de erudición que va trufando el camino del lector de guiños que consiguen demostrar (más allá de la impertinencia del que quiere deslumbrar con sus lecturas) un bagaje intelectual convertido en forma de vida y de creación. La referencia al camino no se hace gratuita, porque así se concibe el libro, como camino o como fluir, como ese río al que se hace referencia en tantos poemas, escapando del cliché de la metáfora del cambio. No hay aquí más que sucesión, es sobre todo tiempo y vida lo que se plasma en las interrogaciones indirectas, implícitas, formuladas a gente tan dispar como Apollinaire, Godard, L.M.Panero u Octavio Paz. Urbana Babel es un libro que, de no saber que supone el debut literario de su autor, podría hacernos pensar en una obra anterior cuyas constantes se plasmen, a modo de corolario, en estas páginas de ahora. Un libro meditado y de composición precisa, con poemas de una voz que escapa al balbuceo propio de juventud.

Con su socarronería habitual, el director de esta colección comentó que "él siempre había pensado que se trataba de la mejor colección de poesía de Andalucía y de España". Si él lo dice no seré yo quien le enmiende el juicio. Larga vida al Monosabio.

1 comentario:

  1. Sólo te daré repetidas gracias.
    La gestas alcohólicas es cierto que ya nos merman, yo no creo que sea la edad, sino que la distancia nos ha hecho perder la costumbre del masivo alcohol literario.

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